jueves, 24 de noviembre de 2011

El cine en la época más oscura

Dentro de los regímenes totalitarios que existieron en la historia, seguramente el más recordado y odiado por todos sea el de Adolf Hitler, en la época de la Alemania nazi. El nazismo tomó como modelo a seguir las bases ideológicas del fascismo en Italia, de la mano de Benito Mussolini. Pero no me quiero meter en cuestiones políticas, sino que quiero comentar de qué estilo era el cine que “disfrutaba” la gente en los años en los cuáles Hitler era amo y señor de mundo.

El cine informativo era el más utilizado. Había adquirido relevancia durante la Segunda Guerra Mundial. En los años anteriores al nazismo, era un fiel reflejo de la realidad. Y ganaba muchos adeptos al contar con imágenes. Es sabido que con el crecimiento y el aumento de poder de Adolf Hitler, la objetividad desapareció y sólo se utilizaba para brindar información falsa al pueblo. Igualmente las personas consumían los datos, y en ese punto Hitler ganaba seguidores.

Por ese tiempo, la UFA era la productora más importante. Y todos los trabajos debían pasar por ella, que decidía su censura o su posible salida al mercado. Los documentales también sirvieron como instrumento para difundir la propaganda nazi. Su estructura narrativa era sencilla: un líder y su enemigo, y la repetición de esta idea. El primero era el ejemplo perfecto de persona. Alguien ganador, carismático, con ideas, que sea amado por un pueblo con un carácter emocional algo vapuleado. Ése era el fuhrer. El enemigo era la otra “pata” de la historia. Y se lo utilizaba para fomentar el odio que la población debía tenerle. Los tres grupos que constituían esta figura eran los judíos, los bolcheviques y los anglosajones, aunque los primeros eran los más usados en estas historias. Películas como El judío Süss y El judío eterno de 1940 reflejan el tipo de cine que se exhibía en esos años.

 La actividad cinéfila más importante la constituían las Staatsauftrags filme. Estas películas eran subvencionadas por el Gobierno. En muchas ocasiones su trama era de ficción. El personaje  principal era un campesino al que se lo mostraba trabajando. La idea de esto era glorificar la raza germana, usándolo como excusa para la expansión territorial. Otro estilo cinematográfico era el de los llamados Party Film. El arquetipo que creaba este tipo de películas era el del buen militante, y se reiteraban los principios morales del nacionalsocialismo: la muerte heroica, los símbolos nazis, la exaltación de la raza aria, y el compañerismo entre los miembros del partido. Cuando el partido nazi alcanzó el poder dejaron de producirse.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Película cebollita XI: Un antes y un después en el cine

Hay películas que cambian la forma de pensar. Que modifican el escenario cinematográfico. Que permiten a los amantes del cine disfrutar de una trama prolija, un guión efectivo, buenas tomas, grandes actuaciones… y las características podrían continuar. Algunos pensarán que la película cebollita de hoy está un poco sobrevalorada. Pero considero que es una perlita de la década del ’90. Y que su reconocimiento en el mundo cinéfilo es acertado. Sólo mereció mejor suerte a la hora de ganar Oscars. El resto, es merecido

Pulp Fiction es un film dirigido por Quentin Tarantino, que se estrenó en 1994. Su estelar elenco es comandado por John Travolta, Bruce Willis, Samuel L. Jackson y Uma Thurman. Es difícil clasificarla en un solo género. Y ahí hay un punto a favor para esta película. Tiene toques de comedia, pero también hay acción. El drama se mezcla con el gánster. Es decir que Tarantino intentó combinar distintos toques clásicos del cine, y lo logró. En 153 minutos pudo contar una historia que no aburre en ningún momento.

Otro mérito de Tarantino fue cómo desplegó la cronología. El film se diferencia en su inicio, trama y desenlace con respecto a las películas típicas de esa época. Lo que hizo el director fue tomar como modelo a Stanley Kubrick y hacer algo que nadie se animaba: la película arranca por su final, luego se desarrolla la trama, y al final del film se muestra nuevamente el inicio (la escena en la que asaltan la cafetería). Esto es algo que reivindicó Pulp Fiction y que luego tomaron como ejemplo muchas películas.

Pero, ¿cuál es la trama de este  “complicado” film? La película narra, a modo de comedia negra, a Vincent Vega (Travolta) y a Jules Winnfield (Jackson), quienes son los encargados de recuperar un misterioso maletín que se encuentra en posesión de ladrones aficionados. Por otra parte, su jefe le da la orden a Vega de vigilar a su esposa (Thurman), mientras él está de viaje.

La película está catalogada no sólo como una de las mejores de la década, sino también como un clásico film de todos los tiempos. Hay muchas referencias culturales: las grandes series norteamericanas como Los Simpson o Padre de Familia parodian algunas escenas. Por otro lado, el video musical Telephone de Lady Gaga le rinde un homenaje. Además la banda australiana Yolanda Be Cool decidió este nombre en base a la película.



En fin, Pulp Ficiton logró, con un presupuesto de sólo 8 millones de dólares, recaudar más de 200 millones en todo el mundo. Esto significa que no sólo los expertos la elogiaron. Pasó el examen más difícil: el de los espectadores. Sólo le quedó una espina. Logró sólo un Oscar (mejor guión original), de un total de siete nominaciones. Una cifra bastante flojita para un peliculón de este estilo.

Veamos un trailer de la película

lunes, 21 de noviembre de 2011

En España también ocurrió

La novela 1984 de George Orwell se centra en contar una historia en dónde el gobierno totalitario, comandado por El Gran hermano, es la autoridad principal. La población no tiene posibilidad de revelarse y debe acatar sus órdenes. El régimen se divide en cuatro pilares fundamentales para desarrollar su política: El Ministerio de la paz, creado para los asuntos de guerra; el Ministerio del amor que cuida la ley y el orden; el Ministerio de la abundancia que se encarga de los temas políticos; y el Ministerio de la verdad, especializado en difundir las noticias y tratar las bellas artes y el cine.

Muchos son los países que han tenido que lidiar con gobiernos totalitarios durante la historia. Uno de los casos más importantes y emblemáticos es el de Francisco Franco en España, dictador en el país europeo entre 1939 y 1975, año de su defunción. El cine, como en el libro, no estuvo ajeno a las decisiones de Franco, y debió acatar sus órdenes. Incluso muchos temían por su vida, por lo que realizaban films sin mencionar al gobierno para no sufrir alguna censura.

No existía un Ministerio de la Verdad como en el libro. Pero la industria cinéfila se vio afectada. Las películas Carmen de la Triana (1938) y La canción de Aixa (1939), fueron las favoritas por la población española durante los primeros años de la dictadura. Generalmente, estas películas eran usadas por Franco para “lavar” la cabeza de la gente. Es decir, para incorporar indirectamente sus ideas en la vida diaria de las personas, sin que esos ideales se salieran de su boca.



En las décadas del ’40 y ’50, las películas eran apodadas como “Franquistas”. En principio porque Franco aumentó la censura hacia ellas y las personas en otros países veían en los films una versión distinta de lo que el público en España vivía u observaba. La década del ’60 fue especial porque aumentó la fama de las películas eróticas y las que contenían arte histórico. Durante estos años, El cid (1961) fue el título emblemático de la época. La película se encargaba en mostrar a un hombre “ideal” durante la dictadura. Una persona fuerte, dedicada a su familia y a la iglesia.

En definitiva, durante los años de la dictadura, la narrativa en el séptimo arte se vio afectada. A partir de 1975, año de su finalización, los directores, productores y artistas tuvieron la posibilidad de liberarse y plasmar en la pantalla lo que realmente pasaba y habían sufrido: una guerra civil se había desatado en España. Los españoles podían quitarse de encima el peso del silencio, y poder contar lo que pensaban sin el temor de la persecución. 

viernes, 18 de noviembre de 2011

“Cuando vi Star Wars, me sentí atraído al instante”

Cuando George Lucas creó, en 1977, la Saga Star Wars, jamás imaginó tal suceso. Obviamente él buscaba eso, pero el fanatismo que logró superó los límites sospechados. Argentina no es un país ajeno a esto, y 34 años después existen muchísimos seguidores. Fernando Montero es un fiel admirador de la saga. Y no sólo se conformó con ver las películas, sino que es parte de la Rebel Legion, una organización que reúne a los fanáticos por el mundo.

-¿Cómo surgió tu fanatismo por la saga?
- La primera película la vi en 1992, cuando tenía 12 años. Y fue como un amor a primera vista. Me sentí atraído al instante. A partir de ahí me di cuenta que con Star Wars me identificaba muchísimo

-¿Conocías más gente fanática de la saga?
-Sí, por suerte tenía algunos amigos en el colegio que también les gustaba la saga. Y nos pasábamos horas hablando de las películas.

-¿Cómo fue enterarte que en 1999 se estrenaba otra trilogía?
- Fue algo increíble. Ya era más grande y podía disfrutar y a la vez entender mejor las cosas. En mi opinión, la película de 1999 (Star Wars: El ataque de los clones) fue la mejor porque se abrían nuevos escenarios en la trama, se presentaban nuevos personajes. La historia empezaba desde el principio y eso era buenísimo

-¿Qué es la Rebel Legion?
-Es una organización mundial que reúne a quienes nos disfrazamos de personajes buenos de la saga. La ropa la creamos nosotros mismos, y también fabricamos los objetos que usamos, ya sean sables o cualquier otra cosa.

-¿Cómo son los sables que vos usas?
-Como te dije, los fabrico yo. No los considero como un juguete sino como un objeto propio y original. Yo confeccioné tres sables de luz y están tan bien hechos que me brindan la oportunidad de reproducir un sonido diferente según se enciendan, apaguen o fusione con otro sable de luz.

¿Cuántos argentinos hay en esta organización?
-Los fanáticos argentinos somos diez. Pero en el mundo hay miles. Cada uno se viste de una manera propia, o ama a un personaje que el otro no. Está bueno porque cada uno da su parecer con respecto a las películas y a quienes actúan.

-¿La Rebel Legion es la única organización que existe?
-Sobre personajes buenos sí. Pero también está la Lamada 501 st Legion que reúne a quienes se caracterizan como villanos. Son aquellos que decidieron representar al “lado oscuro de la fuerza”.


-¿Cuál es tu personaje favorito?
-Me identifico mucho con Obi-Wan Kenobi. Me gusta el personaje y también su historia. Además, los dos actores que lo personificaron (Ewan McGregor y Alec Guinness) lo hicieron muy bien. En realidad tengo más personajes para nombrarte, me encantan muchísmos. Pero si tengo que elegir, es ese.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Película cebollita X: Escape hacia la derrota

La película El fugitivo de 1993 tuvo la desgracia de lidiar con grandes obras maestras de cine en la entrega de los Óscar. Ese año, las buenas películas que competían por las estatuillas eran muchas: La lista de Schindler, Philadelphia, Jurassic Park, Lecciones de piano y Lo que queda del día eran algunos de los títulos con los que compitió. El film de Andrew Davis contó con 7 nominaciones, de las cuales sólo Tommy Lee Jones se coronó vencedor como mejor actor de reparto.

El fugitivo es considerada como una de las mejores películas de acción y suspenso de los últimos 20 años. Y este reconocimiento se basa principalmente por la calidad de sus tomas y lo bien que están narradas algunas escenas. Todo amante del cine recuerda el momento en que Harrison Ford salta del colectivo antes de que sea arrollado por el tren. O la parte en donde Ford está acorralado por Tommy Lee Jones y decide saltar por la represa. Estas dos escenas son marcas registradas de la película y permanecen en la memoria de muchos.

Como mencioné, los dos actores principales son Ford y Jones. Richard Kimble (Ford) es un reconocido médico que tiene una vida perfecta. Hasta que su mujer es asesinada, y la responsabilidad recae en él. A pesar de que es inocente, es acusado a la pena de muerte. Cuando es llevado a la ejecución, se produce la primera escena mítica: su autobús es arrollado por un tren y él logra escapar. A partir de allí, la película mostrará cómo el protagonista se convierte en fugitivo, y cómo logra escapar de las garras de la policía y fundamentalmente de Samuel Gerard (Jones), mientras busca pruebas que demuestren su inocencia.

La otra escena imperdible ocurre en la mitad del film. Gerard tiene entre las cuerdas al fugitivo, a quien la única opción que le queda es saltar por la represa. Y lo hace, sin importarle las consecuencias. Él quiere seguir en libertad para encontrar al responsable de la muerte de su esposa.


El film está cargado de dos horas de acción, suspenso y drama. La trama se encarga de dejar al espectador con ganas de más. De saber qué es lo próximo que va a hacer Ford para estar en libertad. Por eso, El fugitivo es una película que mereció más suerte: tiene un gran número de críticas positivas, una dupla actoral única, y un manejo de tomas que le permitió a su director llegar al estrellato. Pero se topó con La lista de Schindler esa noche de óscars. Y no tuvo la oportunidad de coronarse vencedora. Después de tanto esfuerzo y sacrificio, el doctor Kimble hubiera merecido mejor suerte…

Veamos un trailer del film:

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Película cebollita IX: El reconocimiento llegó después

La sección del día de hoy es bastante peculiar. No corresponde a una película candidata, a pesar de contar con 7 nominaciones en la noche de entrega de los premios Óscar. En 1994, se produjo el hecho curioso que Sueños de libertad contó con esa cantidad de nominaciones. Pero no ganó ninguna estatuilla. Se puede especular que en ese año, era una película más del montón, y nadie garantizaba que se iba a llevar un premio. En especial porque peleaba contra dos titanes como fueron Forrest Gump y Pulp Fiction.

Lo que ocurrió con esta película los años posteriores es para remarcar. El tiempo fue el que le dio prestigio y reconocimiento a nivel mundial. Sus copias en VHS, DVD y Blu-Ray hicieron que la película ganara adeptos y fans a lo largo del planeta. Es decir, en un principio era vista como una gran película, pero no al punto de ganar el Óscar. Pero fue el paso de los años lo que posibilitó que muchos consideraran un error de Hollywood no premiarla, y a la vez, que se la vea como una de las mejores de la década del ’90.

El film está basado en una novela corta de Stephen King, Rita Hayworth y la redención de Shawshank. El protagonista es Andy Dufresne (Tim Robbins), quien es acusado y condenado a cadena perpetua por el crimen de su esposa y el amante, a pesar de que el reitera su inocencia. En un principio, su estadía en la penitenciaria Shawshank se asemeja a un calvario. El resto de los convictos no comparten su forma de ser: leer libros y escuchar música clásica son sus principales pasatiempos. Pero con el paso del tiempo irá acostumbrándose a la vida allí, y también irá ganando compañeros. Ellis Redding (Morgan Freeman) será su principal aliado y amigo.

El objetivo de Frank Darabont, el director, fue hacer una película que demuestre una mirada optimista de la vida. Es por eso que se centró en contar la historia de amistad de dos personas que no se conocían, pero que en las peores situaciones pueden convivir, y a la vez no perder las esperanzas.

En definitiva, la película tiene una trama que no aburre en ningún momento. A la vez no busca los golpes bajos, porque el sentimentalismo se cuenta de una manera muy correcta. Cuando perdió en la entrega de los Óscar, nadie levantó la voz en defensa de Sueños de libertad. Ese pensamiento cambió con el tiempo, a tal punto que se lo considera como una de los peores errores que cometió la Academia de Hollywood en su grandísima historia.

Veamos un trailer de la película:

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Película cebollita VIII: La patria no importó demasiado

En la entrega de los Óscar de 1989, una película era candidata por sobre el resto de las nominadas. Y había logrado eso por sólo un condimento: su trama patriótica. Estados Unidos se caracteriza por ser un país que defiende con uñas y dientes su bandera, que ama a su nación bajo las condiciones más adversas. Entonces, si una película se basa principalmente en la Guerra de Vietnam, en la vida de un soldado, y en el cambio de mentalidad que una lucha puede ejercer, es de suponer que es la favorita por el jurado del país norteamericano a lograr la estatuilla más deseada.

Pero en muchas ocasiones, este mítico jurado hace oídos sordos a lo que se presume, y concede los premios por otros motivos. Eso es lo que pasó en la ceremonia de fines de la década del ’80. La película que arrasó esa noche fue Paseando a Miss Daisy, que se llevó 4 estatuillas de un total de 9 nominaciones (incluyendo el de mejor película). Pero no me voy a detener en este film, sino en Nacido el 4 de julio, una película pro-yanqui, que a pesar de ese condimento, se convierte en cebollita.

La película fue escrita, producida y dirigida por Oliver Stone. Y cuenta con la actuación de Tom Cruise en el papel de Ron Kovic, un veterano de guerra que participó en Vietnam, y que en 1976 escribió su biografía con el nombre de Nacido el 4 de julio (fecha en la que realmente nació Kovic). La película muestra desde el inicio el amor que el personaje tiene a su patria, y el deseo que posee desde pequeño en defender su bandera. Cuando se convierte en hombre, participa de la guerra, es gravemente herido, y queda paralizado de la cintura para abajo. Al retornar a su pueblo, se replantea las muertes, los combates y todo lo relacionado con la lucha de intereses. A partir de allí, habrá un cambio de mentalidad del protagonista. Pensará si lo que hizo, lo realizó por algún motivo que realmente valiera la pena.

Stone (quien logró el óscar a mejor director), se centró no sólo en mostrar el horror y el pánico a la hora de las batallas. También se interesó en dirigir el después. Es decir, en cómo Kovic reflexiona sobre lo que nos deja el odio, la intolerancia, la lucha entre pueblos, traducido en una guerra. La película es muy emotiva.

Pero en la noche de los Óscar, sucumbió ante el jurado. Tan sólo consiguió dos premios (director y montaje) de un total de ocho nominaciones. Una cifra bastante pobre. Una vez más se demostró que a la hora de premiar no importan los condimentos previos del film. Pero esta vez se dejó algo más en claro: la patria, a la hora de conseguir un premio, se deja de lado. 

Tráiler de la película