martes, 25 de octubre de 2011

Gigantes bajo la lupa

La película Gigantes de acero se estrenó el 6 de septiembre en Argentina. Este mes es considerado como “temporada baja” dentro del mundo cinematográfico. Los buenos y nuevos estrenos no abundan, por lo que el espectador se tiene que conformar con películas no del todo exitosas hasta el verano, época en dónde los títulos fuertes aparecen en escena.  Con todos estos condimentos sobre la mesa, Gigantes de acero es considerada uno de los mejores estrenos, a pesar de que no contagió en grandes cantidades al público.

Con un elenco comandado por Hugh Jackman y Evangeline Lilly, la película se centra en el 2020, año en dónde Charlie (Jackman) será un boxeador olvidado, que junto a su pequeño hijo construirá un robot boxeador. Con el paso de las peleas, Charlie conocerá a fondo a su hijo, y a la vez tendrá la oportunidad de coronarse campeón, algo que como deportista no logró. Una típica película de redención

El film no tiene un argumento novedoso, pero engancha. Su duración es de 2 horas dónde se combina acción, humor y emoción.  En el sitio Filmaffinity, dónde los usuarios tienen la posibilidad de puntuar las películas, este film posee un 6.7, un puntaje muy aceptable. Los críticos argentinos también la valoran. Pablo Scholz, de Clarín, la considera más entretenida que Transformers. También opina que deja una enseñanza sobre la perseverancia, y nos permite observar el lazo entre padre e hijo, algo olvidado en estos tiempos.

Diego Batlle, de La Nación, cree que las escenas de acción son llamativas y contundentes. Que la química entre padre e hijo es el argumento más sólido de la película. También opina que Shawn Levy, su director, lleva por muy buenas riendas el film. En definitiva la considera una muy buena película que entretiene a toda la familia.

Por último, Martina Hirsch considera que es una película sorpresiva, que no aburre, y que su sentimentalismo no abruma, es decir que está muy bien tratado. En definitiva, cree que es un digno entretenimiento con toques hollywoodenses. Por lo tanto, Gigantes de acero es una buena película. No quedará en el recuerdo de todos, pero divierte. Y dentro de la mediocridad de buenos estrenos, es más que recomendable ver este film.

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